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El cantante en vida siempre aseguró que le gustaba dormir con niños. Mientras algunos lo tacharon de loco, otros aseguraron que era pedófilo. ¿Cuál habrá sido la verdad? Contactamos a dos sicólogas para que analizaran su comportamiento y este fue el diagnóstico que nos entregaron.
Por Jessica Ramos V.
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“¿Qué tiene de malo compartir amor? ¿Acaso tú no duermes con tus hijos o con cualquier otro niño que necesite amor porque no tuvo una buena infancia?”.
Esta es una de las tantas frases polémicas que dio en vida Michael Jackson acerca de su relación con los niños. Una relación que implicaba hablar, jugar y hasta dormir en la misma cama con menores.
Si bien el cantante jamás ocultó todo esto, el mundo pareció nunca entenderlo, menos aún cuando comenzaron a aparecer varias acusaciones que indicaban que él hacía algo más que dormir y jugar con los niños en su cama.
Teniendo en cuenta el historial de abuso físico del que Michael Jackson confesó haber sido víctima, por parte de su padre desde los cinco años, y teniendo en claro que efectivamente él jamás tuvo “esa cosa llamada infancia”, tal cual alguna vez declaró, ¿es posible que efectivamente no fuera un pedófilo y que en verdad tuviera la mente de un niño?
Para entender un poco más acerca de su personalidad, contactamos a dos sicólogas quienes nos dieron su diagnóstico. Te invitamos a dar un paseo por la compleja mente del llamado Rey del Pop.
Peter Pan extremo
De partida, es importante entender que en sicología no existe el Síndrome de Peter Pan, ya que es tan sólo un nombre de fantasía. Pero sí la sicología ha descrito una serie de casos clínicos en donde la persona, debido a experiencias traumáticas, resulta incapaz de crecer.
Una inmadurez que se ve en varios aspectos: en lo mental, en lo social y hasta en lo sexual. Incluso, muchas veces este trastorno neurótico va acompañado de la negación a envejecer. Adjunto a eso, muchas veces el paciente incluso cree que él es inmortal.
Según nos explica la sicóloga Pamela Verdugo, los hombres que padecen de Síndrome de Peter Pan “son más narcisistas, es decir, tienen una mayor necesidad de ser reconocido por los demás, tienen poca tolerancia a la frustración. Son más dependientes, más demandantes, más voraces en términos de contacto, exigen demasiado y son castigadores”.
Pero Michael Jackson no sólo no quería crecer y era dependiente, además él se creía niño.
La profesional nos aclara que clínicamente este cuadro agudo de inmadurez efectivamente se puede dar en una persona. “Pero hay que tener muy claro que estamos hablando de adultos que parecieran que fueran niños, pero siguen siendo adultos, y tienen más poder que un niño”.
En nuestra búsqueda de más respuestas, contactamos a Bernardita Albornoz, sicóloga clínica de Avansalud, quien nos entregó otra visión, también interesante.
“Siento que el mentado Síndrome de Peter Pan a él le queda chico, porque alguien con este trastorno puede desenvolverse bien en su vida, puede incluso tener una vida afectiva, pero en el caso del cantante, podemos observar problemas de personalidad más profundos”, aclara Albornoz.
¿Abusado, abusador?
En el documental “Living with Michael Jackson”, el cantante reveló algunos detalles de su conflictiva relación con su padre. Según contó, éste golpeaba y castigaba tanto a él como al resto de sus hermanos si es que se equivocaban en algún paso de alguna coreografía.
Sus abusos, llegaron a tal extremo, que el cantante aseguró que él y el resto de sus hermanos le tenían pavor a su padre.
Sobre eso la sicóloga Bernardita Albornoz nos aclara que el cantante “tenía problemas de personalidad marcados durante su infancia. Fue un hombre que aseguró haber sido golpeado por su padre, en el fondo, se creó en él un trauma tan profundo, que no logró saber quién era realmente (…) Cuando hay traumas tan fuertes en la infancia, como el desamor, maltrato del padre, la persona no logra consolidar su personalidad”.
A su vez la profesional nos agrega que “su relación con los niños seguramente tenía que ver con que él los veía como personas que no le iban a hacer daño. Si uno lo analiza desde ese punto de vista, los niños y los abuelitos tienden a ser tremendamente amables con los adultos. Por ende, son espacios afectivos poco complejos, al contrario, las personas que tienen problemas de autoestima o esta sensación que pueden ser dañados, suelen relacionarse con niños”.
“Nunca vamos a saber si logró concretar algún tipo de abuso. Pero podemos plantear que la personalidad de Michael Jackson tendía relacionarse con niños porque era un espacio emocional más protegido para él que hacerlo con adultos”, plantea Albornoz que a la vez hace hincapié en otro punto crucial.
“Pero también se corre el riesgo que ese tipo de personas comiencen a enamorarse de los niños, a crear relaciones fantasiosas. Pero de ahí al tema de la pedofilia, hay un tremendo salto, porque pudo haberse enamorado, pero aún tener el concepto de no dañarlos. Es algo sumamente complejo”, agrega.
Pamela Verdugo, a su vez acota algo bastante interesante también. “Acá se genera algo bastante complejo, ya que en verdad no se está hablando de un niño, y como no un es niño, ejerce un poder sobre los demás que es mayor, y por lo tanto ese poder, si esta persona se contacta con un aspecto más voraz y demandante, la situación se transforma en algo más complejo”.
“Puede que en términos sexuales no haya habido un abuso, pero puede que haya un nivel de abuso en el ejercicio del poder, en términos de necesitar de la mirada del otro de manera constante, al lograrlo, puede que se involucre un mecanismo un tanto perverso”, agrega Verdugo.
“No tiene mucho el perfil de pedófilo, más bien la relaciono con una necesidad de contacto, apego y a mantenerse en una situación como un poco imposible, insostenible en la realidad”, puntualiza la profesional.
Incluso la sicóloga Albornoz nos plantea lo siguiente. “Difícilmente un pedófilo va a decir que compartir la cama con un niño va a ser un espacio de amor y cariño, porque los pedófilos saben que lo que están haciendo no es bueno, por lo tanto lo ocultan. La mayoría de los pedófilos, pasan tremendamente desapercibidos”.
¿Se podría haber tratado?
Si bien Pamela Verdugo aclara que efectivamente Michael Jackson podría haber tratado con terapia, todos sus trastornos de personalidad, Bernardita Albornoz, aclara que ella lo ve poco probable.
“El síndrome de Peter Pan se puede tratar, pero insisto que lo de Michael Jackson era mucho más profundo, tenía rasgos, pero lo suyo era más patológico”, comenta la sicóloga.
“Su tema era tremendamente complejo, porque estaba muy dañado en términos emocionales, un hombre que se hace blanco, que hace mil operaciones en su cara. Creo que su tema era profundo, no creo que una terapia lo hubiese resuelto todo, quizás le hubiese servido para manejar ciertos problemas emocionales. Él era un hombre muy dañado”, finaliza.
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miércoles, 1 de julio de 2009
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