domingo, 7 de junio de 2009

Vampiros

[ Resumen de Articulo ]
interesante lectura acerca de los vampiros origniales y su historia
aca dejo el reportaje, para variar la fuente es terra


[ Contenido del Articulo ]
La atracción que ejercen los vampiros puede llegar a ser sorprendente. Parte mito, parte realidad, estos seres nos acompañan hoy én literatura y cine, además de sorprendernos con su osura y misteriosa presencia.

Pero ¿Qué buscan estos seres? ¿Por qué beben sangre? No buscan la trascendencia, definitivamente. Beber sangre, además de abrir espirales hacia dimensiones extrahumanas, también puede tomarse simplemente como un placer. Así lo demuestran antiguos relatos.

Por ejemplo, en los Nibelungos, los guerreros de Hagen, atrapados por la reina Crimilda en una sala a la que prenden fuego, para apagar la sed ardiente provocada por el calor y recuperar vigor, beben la sangre de los cadáveres que han quedado espacidos por la sala.

Vampiros de la historia y sus motivos

La sangre es deseable en cuanto portadora de vida; es la auténtica fuente de la juventud, el mejor remedio contra la incurable enfermedad de la vejez, según un buen número de creencias que carecen del más mínimo fundamento.

Como elixir de la juventud, en efecto, fue utilizada por los dos criminales sádicos más famosos de la historia, Gilles de Rais y Erzsebet Bathory, que vivieron el primero en el siglo XV y el segundo entre el XVI y el XVII.

¿Por qué se hicieron famosos los criminales de Rais y Bathory?

De Rais, compañero de armas de Juana de Arco, empieza a utilizar la sangre de niños para investigaciones pseudoalquímicas, para encontrar la piedra filosofal que le concederá la longevidad.

Pero la pasión sádica prevalecerá en él y en sus castillos bretones mata a un número impreciso de niños (entre 140 y 800 según las fuentes).

La condesa Bathory por su parte, solía desangrar a jóvenes muchachas para prepararse baños tonificantes de sangre y para garantizar esas toilettes suyas, inmola al manos a 610 víctimas.

El implícito transtorno homosexual (ambos matan a infelices de su propio sexo), que a menudo está presente en las historias de vampiros propiamente dichas (no en las cinematográficas que, al contrario, nos han acostumbrado a un vampiro mujeriego), demuestra como las razones profundas del mito también tocan de cerca la esfera de la sexualidad.

Otro casos

En Londres hizo su aparición el vampiro John George Haigh, quien antes de ser ejecutado describió para la posteridad la forma en que había asesinado a nueve personas con el objeto de beberles la sangre con una especie de conducto que colocaba en la garganta de las víctimas.

El hombre-vampiro que había nacido el 24 de julio de 1909 en una localidad cercana a Londres, tuvo una infacia bastante problemática, con padres que le prohibieron todo aquello que pudiera pervertirlo, como por ejemplo, leer el diario.

A pesar de eso, se puso a estudiar y llegó a convertirse en ingeniero, profesión en la que no pudo brillar porque lo atrajo más el mundo del delito financiero.

Varias veces detenido por estafador, Haigh llegó casi sin darse cuenta al crimen. La víctima fue un joven e impulsivo amigo suyo, a quien el vampiro mató a golpes; luego le abrió la garganta con una cuchilla y, para que el piso no se manchará, bebió su sangre “con una profunda satisfacción”.

En el curso de su alocución ante los jueces, Haigh recordó que siendo chico, en cierta oportunidad se lastimó la boca y sintió un agrado muy particular al tragar su propia sangre. Impulsado por esta anomalía, el futuro asesino comenzó su carrera autovampirizándose.

En los meses que siguieron a su primer crimen, impulsado por una fuerza superior que lo hacía casi invulnerable, el vampiro asesinó y bebió la sangre de varias personas, sin importarle el sexo y la edad de sus víctimas.

Cuando finalmente fue detenido y condenado a “ser colgado por el cuello hasta morir”, declaró que todo el proceso lo había aburrido soberanamente y que lo que había hecho fue en virtud de una fuerza superior a él.

Poco antes de la ejecución, escribió sus memorias en las que contaba: “Cuando yo tenía quince años era un adolescente que llevaba una vida solitaria. Estaba educado por unos padres fanáticos en el temor al infierno. A veces tenía pesadillas y en éstas veía un bosque lleno de cruces que rezumaban sangre. Era como si tuviese un destino que cumplir: cada vez que mataba, hacía una incisión en la garganta de mi víctima y bebía su sangre”.

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